viernes, 27 de junio de 2008

Presentación y primer post

Harto ya de leer infinidad de blogs y posteos que abundan en el tema. Cansado de recibir quejas y comentarios que no reflejan la verdad. Desanimado por la ignorancia y la falta de empatía. Celoso por la falta de espacio y de divulgación. Así empieza esto.
Mi nombre es Osvaldo y soy colectivero de una conocida y extensa línea de colectivos. Tengo 2 hijos, una nena de seis y uno de deciesiete. Estudio Sociología en una Universidad Nacional, a distancia, ya que lo de padre soltero y trabajador no me permite llegar a todos lados. Soy un simple servidor social, no Superman.
Mi hijo mayor, que tiene las bolas peludas y grandes como un fiat 600 se pasa todo el día pelotudeando en frente de la computadora e informándome acerca de todos aquellos blogs, comentarios, posteos y demases yerbas que nos convierten a nosotros, los colectiveros y choferes de cualquier otro medio público de transportes en bestias. Pues bien , la hora de la venganza ha llegado. En tiempos donde se habla de democracia, participación y de escuchar las dos campanas, he aquí mi pequeño aporte a la convivencia urbana entre pasajeros y conductores. La hora de saber qué es lo que sentimos nosotros, los que estamos aquí sentados y que por el momento, no teníamos voz para quejarnos y maldecir a todos ustedes, queridos transeúntes.
Claro que esto no es solamente una apología de la venganza ni mucho menos. A veces me siento parte de un montón de historias que veo a diario. Algunas lindas, otras no tanto. Historia de amores, desencuentros, bocinazos y putedas. Esto es simplemente un toque de atención para los usuarios que se quejan de UN chofer... ¿Qué puedo decir yo que transporto a cientos, miles de personas por día? Aquí está, aquí empieza la historia. Pongan atención, siéntense cómodos, cierren las ventanas que hace frío y por supuesto, dense una vuelta. Una larga vuelta por esta calecita. Ojo que todos no entramos. Den, señoras y señores, un pasito más.